10 Oct, 2011
"Claraboya" X
En la cocina, un cafetera pitaba. Tía Amelia la retiró del fuego. Se oyó el rayar de la aguja sobre el disco, y luego la voz dramática y vibrante de Jean-Louis Barrault hizo estremecer a las cuatro mujeres. Ninguna se movía. Miraban el ojo luminoso de los mandos de la radio como si de allí viniera la música. En el intervalo del primer disco al segundo se oyó, procedente de la habitación contigua, un estruendo de metales en un ragtime que dilaceraba los oídos. Tía Amelia levantó las cejas, Cándida suspiró, Isaura clavó con fuerza la aguja en la camisa, Adriana fusió la pared con una mirada mortífera.