05 Nov, 2010
Hasta el límite
Habiendo nacido para trabajar, sería un contratiempo que abusaran del descanso. La mejor máquina es siempre la más capaz de trabajo continuo, con la lubrificación mínima y suficiente para no quedar trabada, alimentada sin excesos, si es posible en el límite económico de la simple subsistencia, pero sobre todo de sustitución fácil si se avería o envejece, los depósitos de esta chatarra se llaman cementerios, o bien se sienta la máquina en el portal, toda ella herrumbrosa y gimiente, a ver pasar, qué, nada, mirando sólo sus manos tristísimos, quién me vio y quién me ve.449-450Levantado del suelo, Alfaguara, 2007, pp. 449-450