17 Sep, 2008
¿Perdón para Darwin?
Una buena noticia, dirán los lectores ingenuos, suponiendo que después de tantos desengaños, todavía los haya por ahí. La iglesia anglicana, esa versión británica de un catolicismo instituido, en tiempos de Enrique VIII, como religión oficial del reino, anunció una importante decisión: pedir perdón a Charles Darwin, ahora que se conmemoran doscientos años de su nacimiento, por lo mal que lo trató tras la publicación de El origen de las especies y, sobre todo, La descendencia del hombre. No tengo nada contra las peticiones de perdón que suceden casi todos los días por una razón u otra, a no ser poner en duda su utilidad. Incluso si Darwin estuviera vivo y dispuesto a mostrarse benevolente, diciendo “sí, perdono”, la generosa palabra no podrá borrar un solo insulto, una sola calumnia, uno solo de los desprecios de los muchos que le han caído encima. Quien sí sacará beneficio será la Iglesia Anglicana, que verá aumentado, sin gastos, su capital de buena conciencia. Aún así, se les agradece el arrepentimiento, pese a tardío, que tal vez estimule al papa Benito XVI, ahora embarcado en una maniobra diplomática sobre el laicismo, a pedir perdón a Galileo Galilei y a Giordano Bruno, sobre todo a éste, cristianamente torturado, con mucha caridad, hasta llegar a la hoguera donde fue quemado.
Esta petición de perdón de la iglesia anglicana no les va a gustar nada a los creacionistas norteamericanos. Fingirán indiferencia, pero es evidente que se trata de una contrariedad para sus planes. Para los republicanos que, como la candidata a la vicepresidencia, enarbolan la bandera de esa aberración pseudo científica llamada creacionismo.José Saramago