30 Nov, 2008
Librería Cultura
La última imagen que nos llevamos de Brasil es la de una hermosa librería, una catedral de libros, moderna, eficaz, bella. Es la Librería Cultura, está en el Conjunto Nacional. Es una librería para comprar libros, claro, pero también para disfrutar del espectáculo impresionante de tantos títulos organizados de una forma tan atractiva, como si no fuera un almacén, como si de una obra de arte se tratara. La Librería Cultura es una obra de arte.
Mi editor, Luis Schwarcz, de la Companhia das Letras, sabía que me iba a emocionar este portento, por eso me llevó. También me tocó muy de cerca la librería de la Companhia, ver estantes luminosos con obras de fondo, los clásicos de siempre expuestos como otros hacen con las novedades. Y todos juntos ofrecidos al lector, que lo tiene difícil, pero qué interesante dilema no saber qué elegir.
Buena salida de Sao Paulo. Anoche, antes de la cena en la casa de Tomie Ohtake fuimos a ver la exposición “la Consistencia de los sueños”. Fuimos los últimos de las 700 personas que pasaron a lo largo del día para ver el montaje que sobre este escritor hizo la Fundación César Manrique, y que ya estuvo en Lanzarote y Lisboa. Fernando Gómez Aguilera puede estar contento: su obra, en otro continente, es igual de interesante y cercana, tan precisa como un reloj, tan bella como la Librería Cultura. A veces las buenas noticias se amontonan. Damos fe de ellas.
Mi editor, Luis Schwarcz, de la Companhia das Letras, sabía que me iba a emocionar este portento, por eso me llevó. También me tocó muy de cerca la librería de la Companhia, ver estantes luminosos con obras de fondo, los clásicos de siempre expuestos como otros hacen con las novedades. Y todos juntos ofrecidos al lector, que lo tiene difícil, pero qué interesante dilema no saber qué elegir.
Buena salida de Sao Paulo. Anoche, antes de la cena en la casa de Tomie Ohtake fuimos a ver la exposición “la Consistencia de los sueños”. Fuimos los últimos de las 700 personas que pasaron a lo largo del día para ver el montaje que sobre este escritor hizo la Fundación César Manrique, y que ya estuvo en Lanzarote y Lisboa. Fernando Gómez Aguilera puede estar contento: su obra, en otro continente, es igual de interesante y cercana, tan precisa como un reloj, tan bella como la Librería Cultura. A veces las buenas noticias se amontonan. Damos fe de ellas.