27 Nov, 2008
Día vivido
Seguimos en Brasil, Pilar y yo, y conmovidos por la tragedia de Santa Catarina, donde el número de muertos o desaparecidos no deja de aumentar, lo mismo que las historias humanas, de desolación y desesperanza de los supervivientes, que desde allí nos llegan. Nos cruzamos con el presidente Lula, que iba a visitar la zona de la tragedia. Mucho consuelo tiene que transportar para demostrar que el Estado es útil. Consuelo en palabras y en medios. De las dos cosas necesitamos los humanos. Nos cuentan que en las empresas, espontáneamente, se están recogiendo fondos para ayudar a los damnificados. Para quienes no vivimos directamente la tragedia, gestos como esos también nos consuelan, nos hacen pensar que la joven de la editorial que se preocupa con la suerte de gente que no conoce es una imagen posible del mundo.Esta tarde, en la Academia Brasileira de las Letras he presentado el Viaje del elefante. Alberto da Costa e Silva dijo en su intervención que todos somos bibliotecas, porque guardamos lecturas en nuestro interior como lo mejor de nosotros mismos. Tengo con Alberto una antigua relación de amistad, y por ella, este académico, ex-presidente de la Academia y ex embajador ha querido presentar mi libro como algo propio. Antes tuvimos una reunión con los académicos, a la que asistieron amigos tan generosos como Cleonice Berardineli y Teresa Cristina Cerdeira da Silva, que no son académicas aunque sí forman parte de la aristocracia del espíritu, ésa que sí es necesaria para la evolución de la sociedad. Antes estuvimos con Chico Buarque, que está a punto de terminar un nuevo libro. Si es como Budapest tendremos obra. Chico, el cantante, el músico, el escritor, es uno de los hombres cabales que unen a la calidad de su trabajo su condición de buenas personas. Hoy el día ha estado cumplido. Sin duda.